El concurso de acreedores permite la modificación, suspensión y extinción colectiva de las relaciones laborales que puede estar orientada tanto hacia la solución de la situación de crisis de la empresa mediante convenio como hacia una posible liquidación. En la práctica es habitual que en el procedimiento concursal una sociedad pueda adquirir la unidad productiva de otra empresa, es decir una parte productiva de la misma con la asunción de toda o parte de su plantilla.
Aunque no forma parte propiamente de este apartado hay que indicar que una de las mayores ventajas del proceso concursal frente a cualquier otra solución es que permite el replanteamiento del negocio de la empresa, tanto a nivel laboral como financiero, de volumen de negocio, de inmovilizado etc.